Cuerpo Abierto
Es un proyecto que aborda la producción artística desde la racionalización del cuerpo humano y sus componentes inconscientes. Se explora desde la instalación y el performance las posibilidades del cuerpo y el espacio. Parte fundamental es la conformación de un archivo de imágenes y vídeos donde se explora las acciones del cuerpo humano como una huella de contenidos emocionales. El proyecto esta dividido en 3 instalaciones: Cuerpo conceptual, Cuerpo simbólico y Cuerpo vivencial.
La instalación Cuerpo conceptual está centrado en la investigación de la racionalización del cuerpo humano desde el proceso lingüístico desde tres textos de Jean Paul Sartre: El existencialismo es un humanismo, Bosquejo de una teoría de las emociones y algunos de sus manuscritos. Me interesan los manuscritos con tachaduras, flechas y borrones que muestran los procesos conceptuales que siguió al escribir. De los libros la intención fue borrarlos y fragmentarlos para la frontera física del objeto para desbordar sus límites naturales y trasladarlo al espacio museográfico. La acción de fragmentar para rearmar propicia un nuevo significado, de ahí que sea una estrategia de deconstrucción idónea para la resignificación.
LEER texto por Blanca Gutiérrez Galindo
En Cuerpo simbólico investigo los mecanismos de codificación y decodificación de signos corporales, por ejemplo, los gestos o movimientos del cuerpo que evidencian una emoción, pero también el lugar y modo en que ésta se siente. Las expresiones corporales son una serie de signos que se captan e interpretan rápidamente. Sin embargo, la mayoría de estos gestos no se reflexionan, simplemente se intuye que algo sucede. Es información de la cual uno no es consciente, es parte de la comunicación corporal. Aíslo algunos gestos y localizaciones emocionales para para obtener una serie de formas irregulares con las cuales intervengo el espacio museografíco.
Cuerpo vivencial está compuesto de dos instalaciones en los que investigué la acción corporal como proceso de transformación. La primera instalación resultó de un performance donde estrellé doscientos objetos de barro contra los muros del museo, mostrando la acción tal cual ocurrió. En el segundo espacio, retomé fragmentos de los objetos rotos para construir nuevos objetos y dibujos vectoriales que muestran el proceso de destrucción, transformación y alegoría.